El sistema español de seguros agrarios, además de ser un magnífico ejemplo de colaboración público-privada, es el sistema más desarrollado de Europa. El seguro agrario cuenta con un importante respaldo institucional: la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA) y las CCAA apoyan a agricultores y ganaderos con subvenciones a las primas, mientras el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) facilita un reaseguro para los picos de siniestralidad.
Te ponemos un ejemplo: del recibo de la prima del pasado año, el 45% estuvo subvencionado, mientras que el 55% restante corrió a cargo de los asegurados. Este porcentaje de subvención no ha dejado de crecer en los últimos años. Gracias a eso, en 2022 fue un 72% superior al de 2013. En comparación, el importe a cargo del asegurado apenas creció un 12%.
A raíz de las recientes sequías ocurridas a lo largo de 2023, se acaba de aprobar un real decreto ley (RDL 4/2023) que permitirá elevar la subvención a los seguros agrarios ya contratados hasta cubrir el 70% del coste de la póliza del seguro de sequía, rebajando todavía más la factura para el agricultor.