Con todo, todavía no nos hemos referido a la familia de coberturas que suelen figurar en estos contratos, que son los relacionados con la pérdida de beneficios del promotor, normalmente porque tenga que devolver las entradas que vendió… Porque el público no tiene la culpa de los imprevistos que puedan ocurrir. Hablamos por ejemplo de que el concierto deba cancelarse por alguna causa (Event cancellation) o, muy específicamente, porque por alguna razón el artista haga una “espantá” (Non-Appearence coverage). A cualquier asiduo de conciertos no se le escapará que hay artistas que son más proclives que otros a no presentarse. Por eso, para algunos promotores es especialmente importante incluir esta cobertura.
Una tercera cobertura de este tipo, que se puede presentar o no, es el weather coverage; la cobertura climática. En el caso de que el evento sea al aire libre, una buena lluvia o un vendaval inusualmente fuerte es susceptible de acabar con él. Así pues, sí, también se asegura la posibilidad de que ese día llueva y haya que cancelar el concierto, o tenga menos público del esperado.
Es todo un universo de protecciones sin el cual tu ídolo musical ni se atrevería a saltar al escenario; o, más bien, no encontraría un empresario que le pagara por hacerlo
Así pues, si algún día puedes ir al concierto de Coldplay, de Dua Lipa o de la estrella que sea, que sepas que también se lo debes al asegurador del concierto. Sin él, probablemente, tendrías que conformarte con tus cascos y tu móvil.
De cualquier forma, hay algo que tienes que tener en cuenta. ¿Sabías que cada Comunidad Autónoma tiene una legislación específica sobre la contratación de un seguro de responsabilidad civil? Para conocer el tipo de seguro obligatorio de responsabilidad civil que se exige en cada una de ellas, debes informarte sobre las normas autonómicas que regulan los requisitos para la contratación de este seguro.