Todos tenemos huella de carbono. Sin embargo, la huella de las empresas, a causa de su actividad, es más importante. De hecho, la huella de carbono de una empresa no es una, sino tres:
- Hablamos de huella de Alcance 1 para designar las emisiones directas de la empresa. Por ejemplo, las que puedan realizar sus propios sistemas de calefacción o uso de gasolina por viajes de trabajo.
- La huella de Alcance 2 son las emisiones indirectas, por ejemplo, las realizadas por el productor de electricidad al generar la energía que le sirve a la empresa.
- El Alcance 3 son también emisiones indirectas correspondientes a los proveedores, como el fabricante del papel que consume esa misma empresa.
En el sector asegurador, según la estadística de sostenibilidad publicada por ICEA con datos de 2022, el 69% de las entidades mide ya su huella de carbono de Alcance 1, mientras que el 61% evalúa, asimismo, la huella de Alcance 2. El 56% va más allá todavía y monitoriza también la huella de Alcance 3. El sector asegurador, por lo tanto, está muy comprometido con el cálculo de su huella de carbono.
De hecho, la cosa no queda ahí. El 77% de las aseguradoras calcula su consumo agregado de energía y el 64% hace lo propio con su consumo de agua. Otro 64% valora el reciclaje agregado de residuos. De hecho, dos de cada tres aseguradoras reciclan el papel que consumen y algo más de la mitad hace lo propio con el tóner y los cartuchos de tinta de las impresoras.