Datos: el seguro está presente en el 95% de los hogares de España. Ese porcentaje desciende cuando se trata del hogar de una persona joven. Aun así, la presencia del seguro en hogares cuyo habitante es una persona sola de menos de 30 años es del 66%. Por lo tanto, el seguro está presente en dos de cada tres hogares formados por jóvenes que se han independizado.
Aunque la leyenda urbana pueda sostener que los jóvenes no piensan en el futuro, lo cierto es que uno de cada cinco seguros de vida que se adquieren en España cada año los compra una persona que tiene entre 18 y 35 años. Casi un 75% de estas pólizas de vida de jóvenes son seguros que técnicamente se denominan de riesgo, es decir, contratos que indemnizan el fallecimiento o la invalidez. Los seguros de vida-riesgo están muy ligados a la compra de una vivienda y, sobre todo, a la formación de una familia, dos hechos que a menudo se producen antes de los 35 años.
Los jóvenes de menos de 35 años suponen alrededor del 10% de los conductores habituales de automóviles (personas que figuran en el seguro como titulares del vehículo), aunque ese porcentaje se va al doble, aproximadamente, si hablamos de vehículos dos ruedas en lugar de cuatro.
Un vistazo al seguro de salud permite observar que en España hay 5,3 millones de asegurados de salud, aproximadamente, que tienen menos de 40 años. Comparada esta magnitud con la de la población general, puede verse que una de cada cuatro personas en esa franja de edad tiene seguro de salud. Esto es consecuencia, como se comentaba más arriba, del hecho de que muchos de los seguros de salud suelen ser contratos que dan cobertura a todos los miembros de una misma familia.
Los contratos familiares, de hecho, hacen que el seguro se extienda de forma clara en casos en los que se podría pensar que hay poca presencia. ¿Cuál dirías que es la presencia del seguro de decesos entre las personas jóvenes? Casi con seguridad, te equivocas. Nada menos que el 27% de las personas que tienen asegurado su sepelio en España (uno de cada cuatro) tiene menos de 35 años. Y eso son 6 millones de personas, que se dice pronto.
El seguro, pues, también es de los jóvenes.