Seguros Hjalmar: Las fiestas del pueblo, también seguras

Pero no sólo los organizadores tienen un seguro. Otros intervinientes en las fiestas pueden estar obligados a tener un seguro por la actividad que desarrollan. Por ejemplo, los fuegos artificiales son instrumento muy socorrido para elevar las celebraciones en España. Luces, explosiones y riesgo… Riesgo de quemaduras y lesiones. Por eso, las empresas de pirotecnia también deben tener un seguro de responsabilidad civil para la fabricación, almacenamiento, transporte, venta, uso, transferencia, importación o exportación de esos artículos.

Los feriantes también tienen sus coberturas. Sus pólizas, además de proteger a terceros por los daños que su actividad pueda causarles, también lo hacen respecto de los operarios de las máquinas, que se montan y desmontan. Es la llamada responsabilidad civil patronal. Además, es habitual que, para proteger el valor de los equipos (ya sean alquilados o en propiedad) o los vehículos usados, se incluya en las pólizas de seguro una cobertura específica. Imagina que cae una buena tromba de agua o un vendaval dan al traste con el tren de la bruja, los autos de choque o el castillo hinchable.

Y hablando de fenómenos atmosféricos, otra posibilidad es que, debido a un temporal inesperado, las fiestas al aire libre tengan que cancelarse. Por ello, es conveniente también suscribir un seguro de cancelación que se haga cargo de los gastos y pérdidas económicas originadas ante estas circunstancias.

Como ves, el seguro no descansa ni en fiestas. Está ahí para proteger a vecinos, feriantes y ayuntamientos ante cualquier accidente o imprevisto.



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